Vivimos en una sociedad, un patriarcado sucio y violento, que machaca a las mujeres jóvenes que llegan al poder a base de hacerlas sufrir, de vejaciones, humillación e insultos. Ese sufrimiento agota. Lo sé porque lo he vivido. Por eso, el grito de la gente decente contra el castigo que se les inflige debería ser unánime. Y eso no está pasando.
Cristina Fallarás 120222 publico.es
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